La mayoría de los mexicanos, así como muchos ciudadanos del mundo conoce la canción de ‘La Bikina’ interpretada por Luis Miguel y escrita por Rubén Fuentes en 1964, donde la historia detrás de la canción, siempre ha sido un tema de qué hablar, pues hay varias versiones alrededor del tema músical.
Fue el cantante de Pop, Luis Miguel, cuando comenzó a interpretar cover de canciones de mariachis, entre las que se encontró ‘La Bikina’, convirtiéndose en uno de sus grandes éxitos, pues actualmente cuenta con 182,788,703 reproducciones en Youtube.
Así surgió La Bikina
Muchos piensan que fue una canción exclusiva para Luis Miguel, sin embargo, salió mucho antes cuando su autor, Rubén Fuentes, la lanzó.
Como te nombramos anteriormente, la historia detrás de la copla músical es todo un misterio. La primera versión habla de que su compositor la escribió después de un paseo en la playa con su hijo, quien al ver a las mujeres con bikini, le comentó a su papá que deberían llamarse “bikinas”.
Sin embargo, hay otra versión inspirada en una leyenda del folclore mexicano en la época de Los Cristeros, la cual se llevó a cabo en los años 20 de México y es sobre la terrible masacre civil y deshonrada participación norteamericana, donde la comunidad católica se alzó en armas contra el Gobierno para defender la libertad de culto.
PODRÍA INTERESARTE: Fallece Ruben Fuentes, autor de ‘La Bikina’
Luis Miguel - “La Bikina” (Video Oficial)
¿Quién es la mujer de ‘La Bikina’?
Por último, está la historia de que La Bikina se trata de una triste historia en que un mujer fue abandonada desde su nacimiento y fue encontrada por un campesino, quien decidió llevarla a su casa, pero al final, fue dejada en un convento. Con el pasar del tiempo, la mujer creció y fue secuestrada por el capitán llamado Humberto Ruiz, quien la encerró durante 17 años sin conocer de la vida y sufriendo abusos, sin entender por qué ocurrían los hechos.
Después de muchos años y la separación con el capitán, estos volvieron a encontrarse. La leyenda de México narra que esa vez sonrió. No le dijo nada, pero aceptó caminar en su mismo rubro.
Finalmente, en una noche de amor incomparable y para el amanecer, ‘la Bikina’ salió del lugar y subió a una montaña. Como la última estrella de anochecer se perdió en el firmamento.
