Carlo Acutis, un joven italiano con raíces británicas que dedicó su habilidad para la informática a la creación de páginas web con el objetivo de difundir su fe católica, será proclamado santo a finales de este mes. Este acontecimiento lo convertirá en el primer santo de la Iglesia católica perteneciente a la generación millennial, elevándolo al mismo nivel de figuras veneradas como la Madre Teresa de Calcuta y San Francisco de Asís.
La noticia ha generado una gran expectación, especialmente entre los jóvenes católicos de todo el mundo. Su madre, Antonia Salzano Acutis, describe a Carlo como alguien “especial”, aunque, en muchos aspectos, asegura, era un adolescente como cualquier otro.
LEER TAMBIÉN: Papa Francisco reaparece este Domingo de Resurrección para la bendición Urbi et Orbi
Nacido en 1991, Carlo demostró desde temprana edad un talento excepcional para la informática. Aprendió varios lenguajes de programación y creó sitios web para su parroquia y para la Iglesia Católica en general. Su vida, sin embargo, fue truncada por una leucemia fulminante que lo llevó a la muerte en 2006, a la temprana edad de 15 años.
Tras su fallecimiento, la fama de su devoción y su camino hacia la santidad cobraron fuerza. Siguiendo sus últimos deseos, su cuerpo fue trasladado a la ciudad de Asís, en el corazón de Italia. Allí fue sepultado, no sin antes ser revestido con un molde de cera que reproduce su imagen juvenil, vestido con su habitual chándal, vaqueros y zapatillas deportivas. Desde entonces, multitudes de peregrinos se congregan ante su ataúd, protegido por un cristal transparente.
Canonización histórica en el Vaticano: El primer santo millennial
Se pronostica que miles de personas asistirán a la ceremonia de canonización que se celebrará en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el próximo 27 de abril. Las autoridades vaticanas esperan que el Papa Francisco, a pesar de su reciente convalecencia por una grave neumonía doble, presida la significativa ceremonia.
Más allá de la pompa y la veneración, lo que cautiva de Carlo Acutis es la normalidad con la que vivió su fe en medio de la vida cotidiana de un adolescente de la década de 2000, intentando encajar en la escuela y con sus amigos, tal como relata su madre.
“Carlo era un niño normal y corriente como los demás. Jugaba, tenía amigos e iba al colegio. Pero su cualidad extraordinaria era el hecho de que abrió la puerta de su corazón a Jesús y le dio prioridad”, explica Antonia Salzano Acutis.
“Utilizó esta habilidad para difundir la buena nueva, el Evangelio”, añade. “Quería ayudar a la gente a tener más fe, a entender que hay una vida después de la muerte, que somos (peregrinos) en este mundo”.
Su compromiso con los más necesitados era palpable. Constantemente pedía a sus padres que realizaran donaciones a los pobres. “Era muy duro consigo mismo (...). Si quería comprarle dos pares de zapatos, me decía que no, que con uno era suficiente”, comenta su madre.
TE PUEDE INTERESAR: Papa Francisco reza en San Pedro y saluda a fieles católicos, previo a la Vigilia Pascual
Milagros Atribuidos a la intercesión de Carlo Acutis
La reputación de santidad de Carlo Acutis se fortaleció aún más con el registro de milagros reportados después de su muerte y atribuidos a su intercesión ante Dios. La Iglesia Católica reconoce la curación inexplicable de un niño brasileño de cuatro años con una grave malformación pancreática y la recuperación de una joven costarricense de 21 años que estuvo al borde de la muerte tras un accidente de bicicleta. En ambos casos, las madres habían rezado con fervor a Carlo Acutis pidiendo su ayuda.
“El mundo está mostrando gran interés por este joven”, afirma el obispo Domenico Sorrentino, quien dirige la diócesis católica de Asís. “Ha empezado por su sonrisa”.
“Cuando estamos realmente convencidos de que estamos salvados (por) Jesús, debemos estar alegres, ser felices”, añadió finalmente Sorrentino. “Acutis consigue dar a los jóvenes esta imagen de la verdadera imagen cristiana”.
Así se vivió el Viacrucis Viviente 2025 en Playa Delfines, Cancún
