No recuerdo bien si alguien me habló de la extraordinaria labor altruista que lleva a cabo este hombre o si fue él mismo quien me contactó a través de redes sociales pidiendo ayuda para su causa.
El asunto es que hace cosa de tres o cuatro años fui a visitar al señor Armando Hernández hasta la colonia Corales, en la supermanzana 77 de Cancún. Con fama de ser una de las más peligrosas, a las afueras de esta ciudad, la zona está compuesta en su mayoría por edificios de departamentos en mal estado de conservación donde viven familias de escasos recursos.
Corales, es también una de las regiones con graves problemas por la proliferación de mascotas callejeras, muchas de ellas con sarna, mutiladas y llenas de garrapatas. Pues resulta que el día que quedamos de verlo para hacerle un #ReporteQR, nos topamos con Armando cuando iba apenas caminando a mitad de una calle hacia el lugar de la cita.
Al hombre, lo acompañaban unos 12 perros -y no exagero-, que marchaban en perfecto orden a su lado sujetos de sus respectivas correas. ¿Cómo diablos puede hacer eso sin que terminen todos enredados? le pregunté a mi camarógrafo. Después de saludarlo, nos invitó a subir por las escaleras hasta un quinto piso donde vive.... con todos esos perritos y también algunos gatos. Le comento que no había malos olores, ni desechos en el piso.
Todos muy educados, esperaron el momento de recibir su alimento y no hubo pleitos por la comida. Armando, no me queda la menor duda, tiene un don especial con los animales.
Ellos lo aman y él les corresponde. “Son los sin voz”, me dijo, los “angelitos de la calle” que viven desamparados porque mucha gente primero los tiene de mascotas y luego se desentiende.
Se reproducen sin control y se contagian de un sinnúmero de enfermedades, son golpeados o atropellados. Alguien tiene que ayudarlos, agregó, y me llevó al patio lateral del edificio donde levantó una jaula con malla de alambre de tres por tres donde mantiene a los que están enfermos o convalecientes.
Por si fuera poco, Armando dona prótesis para perritos mutilados que él mismo diseña y construye a partir de objetos -para otros inservibles- que se encuentran tirados en la calle o en predios baldíos.
En lo personal me gustó mucho aquel reportaje que precisamente titulé “El señor de los Perros”. Hace unos días Armando me llamó para denunciar una verdadera infamia.
De madrugada, alguien prendió fuego a la jaula del patio donde además de las mascotas enfermas tenía alimento y medicinas.
Con ayuda de vecinos -que por cierto aplauden su labor-, Armando y Claudia González, su fiel asistente, pudieron apagar las llamas. Pero cinco gatitos murieron por inhalación de humo y algunos perritos sufrieron quemaduras leves.
Triste y desesperado, Armando pide apoyo de la comunidad cancunense. Necesita urgentemente medicinas, leche para los cachorros y sobre todo cajas transportadoras donde mantiene a los animalitos más delicados de salud.
Su página de Facebook es Angelitos de la Calle y su teléfono es 998-325-7086. Es momento de que todos ayudemos a “El Señor de los Perros”.