El líder opositor ruso, Alexei Navalny fue sentenciado a otros 9 años más de prisión en una cárcel de máxima seguridad, así lo afirmó una agencia de noticias estatal rusa Tass. Mientras tanto, sus seguidores afirman que se trata de un caso fraudulento creado por el régimen de Vladimir Putin.
El crítico del Kremlin de 45 años de edad, a parte de cumplir con su condena, debe de pagar una multa de 1,2 millones de rublos, es decir uno 11 mil 500 dólares.
Alexei Navalny se encontraba cumpliendo una condena de dos años y medio en un campo de prisioneros al este de Moscú por violaciones de libertad condicional relacionadas con cargos que, según él, fueron fabricados para frustrar sus ambiciones políticas.
Por medio de Twitter, Navalny mostraba su oposición al gobierno ruso, así como a su presidente Vladimir Putin.
Bajan su sentencia en prisión
De acuerdo a los fiscales indicaron que buscaban una sentencia de 13 años de principios para Navalny, tras ser acusado de utilizar 356 millones de rublos en donaciones captadas por su fundación para fines personales.
Sin embargo, Navalny apelará el veredicto de culpabilidad por fraude, así lo afirmó su abogada Olga Mikhailova, quien expresó que “Alexei se siente bien: está confiado en su inocencia, argumentó en favor de su inocencia”.
Por su parte, la jueza Margarita Kotova indicó que el crítico del Kremlin, se declaró “no culpable” de los cargos de fraude, por lo que permanecerá bajo restricciones durante 20 meses después de su liberación.
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— Alexey Navalny (@navalny) March 22, 2022
9 years of strict regime.
My space flight is taking a bit longer than expected - the ship is caught in a time loop.
It occurred to me that my role in this saga is similar to that guy from Interstellar.
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Navalny sufre envenenamiento y culpa a Putin
Navalny fue encarcelado el año pasado cuando regresó a Rusia tras recibir tratamiento médico en Alemania después de un ataque con una toxina nerviosa de la época soviética durante una visita a Siberia en el año 2020.
Navalny culpó a Putin por el envenenamiento, ante lo que el Kremlin dijo que no obtuvo ninguna prueba de que hubiera sido envenenado y negó cualquier rol de agentes rusos en el incidente.
