El 21 de abril de 2025, el Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, falleció a los 88 años en la Domus Sanctae Marthae, Ciudad del Vaticano. Según el comunicado oficial del cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Sede, el pontífice murió tras un deterioro repentino de su salud. Aunque no se especificó la causa exacta en el anuncio inicial, fuentes cercanas al Vaticano, citadas por el Corriere della Sera, sugirieron que un derrame cerebral pudo ser el desencadenante.
Francisco había enfrentado problemas de salud crónicos, incluyendo una afección pulmonar desde su juventud, dolor de rodilla que lo llevó a usar silla de ruedas y varias cirugías, como una operación de colon en 2021 y una hernia abdominal en 2023. En febrero de 2025, fue internado por una neumonía bilateral complicada por una infección polimicrobiana, que requirió ventilación mecánica y transfusiones. Tras 38 días de hospitalización, fue dado de alta el 23 de marzo, pero su estado seguía siendo frágil. Su última aparición pública, el 20 de abril, mostró signos de debilidad extrema.
El Vaticano no ha confirmado detalles adicionales, y el certificado de defunción, según el protocolo, será revisado por el camarlengo antes de hacerse público, si es que se divulga. La muerte de Francisco marcó el inicio de la Sede Vacante y un período de luto mundial.
