La Basílica de San Pedro, epicentro de la despedida al Papa Francisco, cerró sus puertas este viernes, poniendo fin a tres días de capilla ardiente donde miles de fieles rindieron homenaje al pontífice fallecido. El cierre marca el inicio de la preparación para el funeral y entierro, programados para el sábado.
Minutos antes de las 19:00 horas locales, el flujo constante de fieles que desfilaban ante el ataúd del Papa Francisco cesó. Solo religiosos y personal del Vaticano permanecieron en el interior de la basílica, dando paso a la solemnidad del momento.
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Las imágenes difundidas desde el interior de la basílica mostraron el inicio del proceso de cierre. Los trabajadores del Vaticano comenzaron a retirar las sillas dispuestas junto al féretro, reservadas para colaboradores cercanos y autoridades, así como las vallas que delimitaban la nave central, por donde miles de personas desfilaron durante tres días.
Desde la mañana del miércoles 23 de abril, cuando el cuerpo del Papa Francisco fue trasladado a la basílica, más de 250 mil personas acudieron al Vaticano para darle su último adiós, según informó la Santa Sede este viernes. Esta cifra subraya el profundo impacto y la devoción que suscitó el pontífice durante su liderazgo.
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