Una vez más evidencian en redes sociales un caso de maltrato animal en el país, esta vez fue la misma dueña de un perro de raza Husky, quien dio a conocer que su mascota fue quemada con aceite hirviendo en Zihuatanejo, Guerrero.
De acuerdo a los relatos de la joven Patricia Arellanes, los hechos ocurrieron el fin de semana, cuando “Lobo” como se llama su perro, fue quemado a propósito con aceite hirviendo para correrlo de un negocio de comida del vecino.
Arellanes señaló que ella desconocía que Lobo y su otro perrito se escapaban de su casa por hueco de la cerca y se metían entonces en la vivienda de sus vecinos que tiene negocios, sin embargo, agregó que esta no era excusa para haber cometido el maltrato contra su perro.
“Hace casi ya dos semanas el Lobo se pasó y uno de mis vecinos le aventó aceite hirviendo a mi perro para correrlo de ahí. Cabe mencionar que uno de mis vecinos tiene su negocio de comida y otro tiene su negocio en la esquina”, escribió.
Tras lo ocurrido, ‘Lobito’ de tan solo 10 meses, sufrió quemaduras de tercer grado en su lomo y su pierna derecha, por lo que llora de dolor cada vez que le curan sus heridas.
“Llora en las noches porque no aguanta el dolor”.
“Lobo” está siendo atendido por un veterinario y una asistente, quienes han informado que será una recuperación larga y en un primer momento dolorosa para el canino, aunque algunas quemaduras ya están cicatrizando.
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Finalmente, Arellanes señaló que lamentablemente no tiene pruebas contundentes para dar con la persona que cometió el delito de maltrato animal , sin embargo, afirma que sospecha en su vecino por la relación que tiene el tener aceite hirviendo debido a que tiene un negocio de comida.
“Quiero aclarar que no tengo las pruebas contundentes que comprueben un señalamiento directo, si fuera ese el caso procedería legalmente, se está investigando todavía pero también es verdad que en esa área el único local que vende comida es mi vecino”, puntualizó la dueña de Lobito.
Cabe destacar que lamentablemente en Guerrero las leyes de protección animal no son tan rigurosas como las de Ciudad de México, donde ya se detuvo al hombre que lanzó a un perro a un cazo de aceite hirviendo en el estado de Tecámac.