Cada año, alrededor del 21 de diciembre en el hemisferio norte, experimentamos el día con menos horas de luz solar. Este fenómeno astronómico se conoce como el solsticio de invierno y marca el inicio oficial del invierno. Pero, ¿qué causa exactamente este día corto y por qué ocurre en esta fecha? En TV Azteca Quintana Roo te decimos todo lo que necesitas saber al respecto.
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¿Por qué se da el solsticio de invierno?
La razón principal por la que experimentamos estaciones y, por lo tanto, días más cortos o más largos, es la inclinación del eje de rotación de la Tierra. Nuestro planeta gira sobre un eje que está inclinado aproximadamente 23.5 grados con respecto a su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación significa que diferentes partes de la Tierra reciben diferentes cantidades de luz solar directa a lo largo del año.
Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el polo norte está inclinado lo más lejos posible del Sol. Esto resulta en que el hemisferio norte reciba la menor cantidad de luz solar directa, lo que se traduce en el día más corto y la noche más larga del año. Al mismo tiempo, el hemisferio sur experimenta su solsticio de verano, con el día más largo y la noche más corta.
¿Qué ocurre exactamente el 21 de diciembre?
El solsticio de invierno no es un evento que dura todo un día, sino un instante específico en el tiempo. Es el momento exacto en que el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo al mediodía. Técnicamente, es cuando el Sol está directamente sobre el Trópico de Capricornio, que se encuentra a 23.5 grados de latitud sur.
Debido a la naturaleza de la órbita de la Tierra, la fecha exacta del solsticio puede variar ligeramente, ocurriendo entre el 20 y el 23 de diciembre. Sin embargo, en la mayoría de los años, ocurre alrededor del 21 de diciembre.
El significado cultural del solsticio de invierno
A lo largo de la historia, el solsticio de invierno ha tenido un gran significado cultural para muchas civilizaciones. En muchas culturas antiguas, se celebraba como un momento de renacimiento y renovación, marcando el “renacimiento” del Sol y el comienzo de días más largos. Se asociaba con festivales, rituales y celebraciones que simbolizaban la esperanza y la promesa de la llegada de la primavera.
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