Recientemente, un grupo de exploradores abren cueva sellada por millones de años en Rumanía y lo que descubrieron fue algo sorprendente.
Fue hace 5.5 millones de años cuando una cueva sufrió la caída de una gran roca que tapó su entrada y quedó totalmente aislada del mundo. Pese a ello y pese a que el aire tóxico de su interior convirtieron el lugar en teóricamente inhabitable, acabó desarrollando un curioso ecosistema con numerosas formas de vida totalmente distintas.
Ante lo anterior, varias personas entraron a la cueva Movile por primera vez hace solo unas pocas décadas y descubrieron un mundo asombroso.
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Abren cueva sellada por millones de años
Ubicada a solo unas pocas millas al oeste del Mar Negro en Rumania, la cueva Movile fue descubierta por primera vez por humanos en 1986 cuando un grupo de trabajadores buscaba un terreno para construir una planta de energía nuclear.
Actualmente el acceso al lugar está bloqueado por las autoridades y solo se puede ingresar con un permiso especial, aunque las cavernas centrales están naturalmente “protegidas” por una serie de pozos verticales y estrechos túneles de piedra caliza.
Una vez en las profundidades de la gruta, el aire contiene menos de la mitad de la cantidad de oxígeno que se encuentra al aire libre y rebosa de altos niveles de dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. El interior, además, es completamente oscuro y no ha visto un rayo de luz solar durante millones de años.
Gracias a este cóctel de condiciones extremas, el lugar ha demostrado ser una mina de oro para los biólogos. Uno de los primeros intentos de documentar este extraño ecosistema se puede encontrar en un artículo escrito en 1996 por un trío de biólogos de la Universidad de Cincinnati y publicado en la revista Science. Posteriormente, nuevos estudios han confirmado lo excepcional de este ecosistema, que literalmente parece de otro mundo.
En este entorno hostil la vida parece estar en auge. En el estudio de 1996, los tres científicos identificaron 48 especies, 33 de las cuales eran totalmente exclusivas de esta cueva. Aparte de especies de araña, pseudoescorpión, cochinilla, ciempiés, estudios posteriores también hallaron sanguijuelas, caracoles y muchas otras especies.
La mayoría de las diminutas criaturas de la cueva no tienen visión y carecen de pigmento. Pero en realidad son un grupo de especies de aspecto larguirucho, con extremidades muy largas y antenas que les ayudan a navegar en la oscuridad.
Según el microbiólogo J. Colin Murrell de la Universidad East Anglia, lo más normal es que las bacterias que existen en la gruta vivieran ya en su interior mucho tiempo antes de que la cueva quedara aislada. El resto de los insectos, debieron de caer y quedar atrapados cuando el suelo calizo se desplomó sellando la cueva. Luego los invertebrados se reprodujeron y se adaptaron a este hábitat subterráneo y sin luz solar hasta nuestros días. La cueva se extiende por unos 100 kms cuadrados, la mayor parte inaccesibles.
Como si esta cueva no fuera lo suficientemente extraña, fue el primer ecosistema terrestre descubierto que se basa en bacterias quimiosintéticas. La mayoría de los ecosistemas requieren la fotosíntesis para aprovechar la energía de la luz solar. Sin embargo, dado que no hay luz natural en la cueva, las bacterias necesitan obtener su energía y carbono directamente de reacciones químicas, como la oxidación de sulfuro o la oxidación de amonio.
El ecosistema y las criaturas únicas de Movile Cave quizás podrían ayudarnos a entender cómo era la vida en el pasado primordial del planeta, así como darnos algunas pistas para luchar contra los gases de efecto invernadero.
En los primeros años de nuestro mundo, la luz solar estaba oscurecida por una sopa atmosférica que contenía dióxido de carbono, metano y amoníaco. Es posible que las primeras células vivas fueran similares a las encontradas en la cueva.
Todavía hay muchos misterios que yacen en lo profundo de la Cueva Movile. Incluso después de décadas de saber que existe, los investigadores creen que todavía hay muchos más habitantes por descubrir, algunos de los cuales podrían tener conocimientos sobre la biología evolutiva e incluso sobre la naturaleza de la vida misma.
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