El multimillonario y nuevo dueño de Twitter, Elon Musk pone ultimátum a sus empleados de la red social, quienes tienen hasta el jueves por la tarde para dar a conocer si quieren seguir formando parte del equipo.
Esta noticia se dio a conocer después de que medios estadounidenses, principalmente The Washington Post, difundieron un correo interno que Musk envió a sus empleados, en donde les indica que “tendrán que ser extremadamente duros”, para construir “un gran avance en Twitter 2.0”.
“Para construir un Twitter 2.0 revolucionario y tener éxito en un mundo cada vez más competitivo, deberemos brindarnos a fondo, al extremo”, escribió.
Pero no solo fue el “trabajo duro”, sino que el también CEO de Tesla , indicó que los empleados de Twitter deberán de trabajar largas horas de alta intensidad para tener éxito.
“Esto significa trabajar largas horas a alta intensidad. Solo un rendimiento excepcional valdrá una nota suficiente”, dijo el nuevo accionista mayoritario de la plataforma.
Ante tal correo, Musk invitó a los empleados a adherir a su enfoque dando click en una casilla que dice “Sí”, pero quien no lo haga antes del jueves por la noche, deberá de abandonar la empresa con una indemnización de tres meses de salario a cambio.
Musk dijo que Twitter estaría “mucho más impulsado por la ingeniería” bajo su liderazgo, y agregó que “aquellos que escriban un gran código constituirán la mayoría de nuestro equipo y tendrán la mayor influencia”.
Sujeto estafa por redes sociales
Los cambios de Twitter tras la llegada de Musk
Cabe recordar que Elon Musk completó la adquisición de la compañía de San Francisco por 44 mil millones de dólares a finales de octubre y tras su llegada despidió a varios empleados que ocupaban altos cargos de Twitter.
Se espera que elimine más puestos de empleo entre los responsables de combatir la desinformación y otros contenidos nocivos. Por ahora, Musk ya despidió a la mitad de los 7 mil 500 trabajadores.
La semana pasada, en su primer correo electrónico para toda la empresa, Musk dijo que ya no se permitiría el trabajo en casa, y que esperaría que los empleados estuvieran en la oficina durante al menos 40 horas por semana.
