Una historia que parece sacada de un cuento de hadas ha impactado al mundo de las joyas, y es que Debra Goddard, una mujer británica, adquirió en una feria de antigüedades un anillo que, a simple vista, parecía una pieza común y corriente. Sin embargo, 33 años después de su compra, descubrió que este anillo valía más de 700,000 dólares. Te contamos todos los detalles en TV Azteca Quintana Roo.
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En 1991, Goddard, quien por aquel entonces tenía 22 años, se encontraba en una feria de antigüedades buscando un regalo para su madre. Entre los puestos repletos de objetos antiguos, su atención se centró en un anillo que le llamó la atención por su diseño sencillo y su bajo precio: apenas 13 dólares. Sin sospechar el valor oculto de la pieza, decidió llevárselo.
Durante más de tres décadas, el anillo formó parte de su colección de joyas, sin llamar especialmente la atención. Sin embargo, impulsada por la curiosidad, Goddard decidió someterlo a una evaluación profesional. Fue entonces cuando descubrió que el diamante que adornaba el anillo era de una calidad excepcional y tenía un valor estimado de más de 700,000 dólares.
¿Por qué ocurren estos hallazgos?
La historia de Goddard no es un caso aislado. A lo largo de los años, se han registrado numerosos hallazgos de joyas y objetos de arte de gran valor en ferias de antigüedades y mercados de pulgas. Estos descubrimientos han convertido la búsqueda de tesoros ocultos en una afición popular entre coleccionistas y amantes de lo antiguo.
Consejos para encontrar tesoros en las antigüedades
Si eres un apasionado de las antigüedades y te gustaría encontrar tu propia joya oculta, considera estos consejos:
- Infórmate sobre los diferentes tipos de joyas, sus características y los precios de mercado.
- Presta atención a las marcas y sellos de los fabricantes, ya que pueden indicar la autenticidad y el valor de una pieza.
- Si encuentras una joya que te parece interesante, no dudes en consultar a un joyero o tasador.
- Encontrar un tesoro requiere tiempo y paciencia. No te desanimes si no encuentras nada valioso en tu primera visita a una feria de antigüedades.
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