Xpichil, bordados ancestrales en Quintana Roo

La comunidad de Xpichil se ha convertido en un referente artesanal por sus bordados ancestrales que cruzan fronteras

Turismo
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Xpichil, es un pueblo artesanal de apenas 2 mil 700 habitantes al sur de Quintana Roo, en Felipe Carillo Puerto.

Esta comunidad se ha convertido en un referente artesanal gracias a la unión de varios grupos de mujeres artesanas textiles.

“Por la trayectoria de cada artesano, que se ha involucrado en el bordado, fue la razón por la que decidieron poner a Xpichil como Pueblo Artesanal el 17 de agosto de 2019, porque acá todo es a mano, nada a máquina, sí utilizamos una máquina, utilizamos la máquina casera, la máquina de pedal, nada industrial, por eso cada diseño es único”, nos relata Magaly Pech, una de las más de 100 artesanas en esta localidad de la Zona Maya

Magaly rescató un hipil con bordados ancestrales que data de hace más de un siglo y que forma parte de las raíces del pueblo.

“Nuestra abuela nos decía que esto tiene más de 100 años, esto ha pasado más de 100 generaciones y ¿qué hemos estado haciendo con esta reliquia? prácticamente la hemos estado rescatando porque contiene varias técnicas de bordados”

Todas estas artesanas mayas hacen gala en el arte de bordar, usando las técnicas muy antiguas como el “xookchuy” o punto de cruz, el “baak biil chuy” o bordado enrollado, entre muchas otras.

Sus obras de arte hechas con amor y tradición les llevan en promedio acabar cada pieza, de seis meses a un año. También han tenido que innovar para sobresalir a la pandemia, se reinventaron y hoy cruzan fronteras

“Poco a poco nos vamos llevando capacitaciones de ¿cómo usar Facebook?, ¿cómo usar medios para poder vender?, ¿cómo hacer un envío?, en lo personal cuando hice mi primer envío con mi grupo hacia Florida, en Estados Unidos, para mí fue una gran sensación y una gran emoción porque dije ‘mi trabajo va a cruzar fronteras, mi trabajo se va’”, nos cuenta Magaly con entusiasmo.

Se adaptaron a la tecnología pero también a las tendencias

Nosotros tuvimos la iniciativa de cómo podemos innovar, entonces pensamos en los tenis y así empezamos a bordar los tenis, para que así los jóvenes, les guste, así nos lo platica Pastora Coh, otra artesana maya

Los bordados mayas de Xpichil rompen estereotipos y bridan sustento a la comunidad, como Juan Diego Canul un joven de 20 años que con sus bordados se apoya con gastos universitarios.

Yo en la actualidad estoy estudiando en Ingeniería Agricultura Sustentable y Protegida, yo lo que ganó ahorita me trasladó a la escuela en autobús, poquito pero me ayudó, con eso más que nos afectó la pandemia, porque no hay trabajo

La unión hace la fuerza y como sus bordados, la comunidad se entrelazó. En el pasado solían ir a otras comunidades a vender sus obras de arte, hechas con amor y tradición. Ahora, es un pueblo artesanalmente reconocido al que gente de otros lugares, llega a visitarlo.

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